En la industria cosmética, los productos se exponen a la luz artificial en vitrinas, así como a la luz solar a través de los escaparates. Los colorantes en estas condiciones son susceptibles de foto degradación. No solamente esto, sino que además, la decoloración del embalaje o la caja, generalmente hace que un producto no sea apto para la venta, independientemente de la estabilidad del color del artículo consumible.
Las sustancias farmacológicas suelen ser muy reactivas a la energía lumínica, por lo que es fundamental que los fabricantes se aseguren de que sus productos conserven su seguridad y eficacia después de la exposición a la luz.
Os dejamos este link por si queréis saber más sobre cómo probar la estabilidad de la luz: https://www.q-lab.com/es-es/applications/pharmaceuticals-cosmetics