Elegir los emolientes de una fórmula es muchas veces la clave para obtener la textura deseada, y también es importante para vehiculizar correctamente los activos, si es que los emolientes no son en sí mismos los activos de esa formulación.
En la elección hay que tener en cuenta la extensibilidad y el tacto que dependerán de la polaridad, disposición tridimensional y peso molecular del producto. Un mundo de opciones para todo tipo de aplicaciones.
